Cuanto más se digitaliza la sociedad, más riesgo hay de que haya personas que se queden atrás en este proceso, haciéndose más amplia la brecha digital. Esta coyuntura hace que empresas y Administraciones deban implicarse a fondo en que esto no ocurra, para lo que deben poner en marcha acciones concretas y efectivas. Aquí te las traemos.
¿Qué es la brecha digital y cuántos tipos hay?
Podemos definir la brecha digital como la diferencia existente entre las personas que tienen acceso a diversos tipos de tecnologías y comunicaciones y las que carecen del mismo. Se trata de un concepto muy amplio, puesto que esta brecha digital puede tener diferente naturaleza. Esto hace que se distingan diferentes tipos de brecha digital.
¿Qué tipos de brecha digital existen?
Las clases de brecha digital más relevantes son las siguientes
- De género, consecuencia de la histórica discriminación contra las mujeres en muchas sociedades.
- Social: Internet es un gran foro donde compartir conocimientos con personas afines. Si no estás en la red, quedarás al margen de los temas más candentes y de las últimas tendencias.
- De acceso: muchas zonas siguen sin contar con la infraestructura mínima para disfrutar de una conexión de cierta calidad.
- Económica: algunas personas no pueden permitirse pagar por el acceso a la red.
- De edad: generalmente, las personas de edades avanzadas suelen tener más problemas para manejarse en entornos digitales.
- De idioma: la mayor parte del contenido en la red está en inglés, lo que supone una dificultad insalvable para muchos.
- De discapacidad: algunos dispositivos y sitios webs no están preparados para ser usados por personas con dificultades visuales, auditivas o de muchas otras clases.
- De falta de conocimiento y capacidades mínimas para poder desenvolverse con dispositivos tecnológicos.
Situación actual de la brecha digital
Actualmente, aunque la brecha digital sigue vigente, hay cifras que ponen de manifiesto que se está trabajando en el camino adecuado para su reducción en muchos sentidos. Aquí algunas muestras representativas.
Por ejemplo, si analizamos los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los hogares sin conexión a internet de calidad han pasado del 40% al 5%. Por otra parte, las casas sin ordenador han descendido desde el 30% al 19%. En el 99.5% de ellas hay, al menos, un teléfono móvil.
Centrándonos únicamente en entornos rurales, el 13.4% de estas zonas en España no tiene acceso a Internet de, al menos, 30 Mbps de velocidad.
Si lo estudiamos en base a la edad y al género, los jóvenes entre 16 y 24 años usaron internet prácticamente en su totalidad (99.9% hombres y 99.6% mujeres); entre 55 y 64 años, hay una diferencia del 1.7% a favor de las mujeres; en edades más avanzadas, entre 65 y 74 años, el 70.5% de los hombres accedieron a internet, mientras que lo hicieron el 68.9% de las mujeres.
En cuanto al uso, en el año 2020, el 22% de los españoles no buscó información por internet, el 24% no ha hecho uso del correo electrónico y el 38% de la banca online.
Tomando una perspectiva internacional, Europa y Norteamérica son las regiones con una mayor tasa de penetración de internet, rondando el 90%. Por el contrario, en algunas zonas de África, esta no llega al 25% (Datos de Digital 2021: global overview report).
Consecuencias de la brecha digital en la sociedad
La brecha digital deriva en una desigualdad a la hora de aprovechar oportunidades. No solamente nos referimos a oportunidades profesionales y educativas, que pueden ser las más evidentes, sino también a la ocasión de estar correctamente informado, de participar en la vida pública y política y de establecer relaciones sociales.
Unas desigualdades que dan lugar a aumentar las diferencias sociales. Por ejemplo, las personas carentes de competencias digitales tienen más probabilidades de encontrar empleos más precarios (o de no tener trabajo), lo que creará un escalón socioeconómico considerable. También incentiva la discriminación sexual o por razones de edad.
Medidas para reducir la brecha digital
Dado este panorama, hacer todo lo posible por eliminar la brecha digital debe ser una prioridad para todos los agentes responsables. De hecho, se ha de hacer especial hincapié en la responsabilidad compartida entre organismos públicos y empresas privadas.
Por una parte, los gobiernos se encuentran obligados a ello por su misión de mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Por otra, las empresas cada vez miran más por el bien común y su contribución a una sociedad mejor, algo que va más allá de sus propios intereses particulares.
Los proyectos dedicados a este fin deben incluir tanto entornos públicos como privados. Por ejemplo, está la iniciativa WiFi4EU de la Comisión Europea para ofrecer conexión WiFi en entornos públicos de municipios de toda la Unión.
También es importante trabajar por la alfabetización digital, especialmente en los estratos sociales más desfavorecidos. Aquí podemos destacar la labor de la Alianza para un Internet Asequible (A4AI), que se centra en las regiones africanas, asiáticas y latinoamericanas.
Aunque la educación digital no sólo debe ser reforzada en personas con recursos económicos limitados, sino que también tienen que atender a ciudadanos con ciertos perfiles sociales, como las personas mayores.
Por supuesto, es una obligación desplegar infraestructuras de calidad para que la red generada esté a la altura de las necesidades de la población. Esto implica contar con elementos hardware y soluciones software que gestionen una red rápida, robusta y segura.
Finalmente, para la reducción de la brecha digital se hace imprescindible contar con profesionales TIC especializados que sean capaces de desarrollar y poner en marcha todas las medidas que hemos comentado. Por lo que instituciones como las universidades y centros de desarrollo tecnológico deben mostrar una capacidad de innovación a la altura.
En Galgus estamos muy concienciados con la reducción de la brecha digital, yendo nuestros esfuerzos encaminados a este objetivo. Para ello, estamos continuamente innovando para desplegar redes de alto rendimiento en toda clase de entornos, facilitando el acceso a la red para todos. ¿Quieres saber cómo podemos ayudar a tu institución o empresa a conseguirlo? Contactemos.