No es nada extraño encontrarte conectado a una red Wi-Fi y que esta funcione con intermitencia. Sabemos lo frustrante que es esta situación, tanto si estás trabajando, como pasando el tiempo o hablando con un ser querido. Para que esto no te desespere, te acercamos una serie de 9 recomendaciones que harán que te despidas de esta molestia.
¿Por qué la señal Wi-Fi no tiene la potencia deseada?
Que la señal Wi-Fi no llegue a desplegar toda la potencia que es capaz puede deberse a un conjunto de motivos. Vamos a hacer mención y repasar los más habituales.
En primer lugar, debes prestar atención a la ubicación física de los puntos de acceso y la disposición de todo lo que les rodea. Si los colocas en un extremo del recinto, es posible que no alcance todo el espacio que quieras abarcar. También debes considerar la direccionalidad de las ondas, así como la presencia de obstáculos, como muros.
Puede ocurrir que te encuentres en un canal que esté demasiado saturado, sobre todo en zonas donde hay una alta cantidad de redes Wi-Fi, como pueden ser los edificios de oficinas. Esto dará lugar a una alta competitividad entre las mismas y, en consecuencia, a una conexión más lenta.
Otro motivo fundamental de señal Wi-Fi débil es la presencia de intrusos en la red que estén saturándola e, incluso, modificando su configuración en tu perjuicio.
En ocasiones, el principal “culpable” de estas situaciones son los propios dispositivos. Por ejemplo, puntos de acceso con firmware desactualizado u ordenadores con una tarjeta de red defectuosa.
9 tips para aumentar la potencia de tu señal Wi-Fi
Ante estos problemas, afortunadamente tienes un conjunto de opciones para solventarlos eficazmente:
- Correcta ubicación de los puntos de acceso.
- Estudiar el entorno.
- Orientar adecuadamente las antenas de los puntos de acceso.
- Tener software actualizado.
- Escoger el mejor canal.
- Aprovechar los últimos estándares Wi-Fi.
- Contemplar el uso de redes Mesh.
- Emplear enchufes PLC.
- Usar las tecnologías más disruptivas.
En primer lugar, coloca el punto de acceso en el centro del área que pretendas abarcar. Además, por el propio patrón esférico de propagación de las ondas Wi-Fi, estos deben estar a cierta altura y no en el suelo.
Por supuesto, no debes situarlos dentro de armarios o en un lugar en el que tenga que atravesar numerosas paredes, sobre todo si son gruesas. Evitaremos también las ventanas, ya que pueden surgir interferencias con las señales de los vecinos y perder señal a través de los propios cristales.
Por otra parte, considera la presencia de aparatos emisores de radiaciones de frecuencias similares a las de la radiación Wi-Fi, como algunos electrodomésticos (hornos microondas, teléfonos inalámbricos antiguos, etc.). También hay que contemplar aquellos que tengan superficie metálica.
Un aspecto importante y al que no suele prestarse mucha atención es la orientación de las antenas de los routers o puntos de acceso. En un gran número de lugares podemos ver las dos mirando hacia arriba, aunque esta no sea la colocación óptima. Los expertos recomiendan orientar las antenas perpendicularmente entre sí para que la potencia de la señal mejore.
¿Has comprobado o compruebas con frecuencia que tus dispositivos cuentan con la última versión de software? Los fabricantes y desarrolladores, como Galgus, continuamente están lanzando nuevas prestaciones y mejoras a través de actualizaciones. Es habitual ser notificado de ello, pero no está de más estar pendiente de ellas.
Haz que tus puntos de acceso operen en canales que no estén muy saturados por otras redes Wi-Fi. Para ello, existen herramientas que permiten analizar el grado de ocupación de cada canal disponible o también puedes emplear software que se encargue de ello automáticamente.
Benefíciate de las ventajas que traen los últimos estándares en conectividad inalámbrica, como son Wi-Fi 6 y Wi-Fi 6E, que añaden nuevas bandas al espectro Wi-Fi. Así, se consiguen conexiones más rápidas, con menos interferencias y pérdidas de paquetes de datos. Algo muy valioso en cualquier escenario, especialmente en los que hay una alta demanda de conexión a internet.
En estos entornos complejos, también contamos con la opción de emplear la tecnología Wi-Fi Mesh, mediante las que los puntos de acceso “dialogan” entre sí para evaluar la situación y optimizar la gestión de la red, redirigiendo el tráfico a los puntos mejor preparados para atender las distintas peticiones de conexión.
¿Conoces los enchufes PLC? Estas siglas responden al término Power Line Communications. Se tratan de enchufes que aprovechan la red eléctrica para hacer llegar la conexión Wi-Fi a zonas donde la cobertura es débil o inexistente. Uno de los enchufes se conecta directamente con el router o punto de acceso, mientras que otros actúan como emisores de la señal.
Finalmente, debes contemplar seriamente la opción de integrar tecnologías avanzadas para la gestión de tu red Wi-Fi. En Galgus ponemos al alcance de empresas y organismos públicos nuestra tecnología CHT (Cognitive Hotspot Technology).
Con ella, se consigue mejorar el uso de los recursos radio en redes Wi-Fi automatizando la elección de frecuencias y canales, potencias y asignación de usuarios a radios disponibles, así como fijar límites de tráfico. Todo ello minimizando la radiación y el consumo energético mientras mantiene a raya la interferencia en toda la red.
Si piensas que esta es la solución que tu entorno necesita, estamos dispuestos a escuchar tu situación y proponerte la hoja de ruta para implementarla. ¿Empezamos a darle forma?