El concepto Deep Tech forma parte del ADN de las empresas tecnológicamente más avanzadas. Es más, puede que conozcas empresas Deep Tech y no sepas que lo son. ¿Cómo diferenciarlas? Aclaramos las bases de este modelo de proyecto y analizamos su situación actual a lo largo de las siguientes líneas.
¿Qué es Deep Tech?
Dentro de la era de la innovación tecnológica en la que estamos, hay que afirmar que no todas las empresas que se dedican a ella son iguales. Para que quede más claro, no es lo mismo desplegar un proyecto en base a una tecnología ya desarrollada, que ser tú quien dé forma a un nuevo avance tecnológico.
Es precisamente en este segundo caso donde se encuentran las empresas conocidas como Deep Tech, que cuentan con un profundo desarrollo científico y de ingeniería. Por tanto, se trata de negocios que son lo más disruptivos posible y que pueden dar lugar a cambios realmente profundos dentro de un sector concreto o de toda la sociedad.
Su potencial es tal que son capaces de crear nuevos mercados, siempre con el foco puesto en tendencias actuales, como el cambio climático, los diversos problemas demográficos o de conectividad a Internet, entre muchos otros.
Según Boston Consulting Group (BCG), las empresas Deep Tech cuentan con una serie de características esenciales y comunes, entre las que destacamos:
- Tienen un gran impacto en muchos ámbitos profesionales y sociales.
- Necesitan su tiempo para alcanzar un grado de madurez que les permita estar preparadas para los mercados.
- Requieren una considerable inversión de capital.
- Uno de sus principales retos es llevar su idea desde el laboratorio hasta el usuario final. Es decir, convertir su innovación en un producto o servicio eminentemente práctico.
Deep Tech es un concepto que cada vez escucharemos más en nuestro entorno. Prueba de esto es la inversión creciente en él. Esta creció de los 9.854 millones de dólares en 2015 a 17.886 millones en 2018, un 22% más. Esto se traduce en que los inversores creen que ha llegado el momento de apostar por encontrar una idea innovadora que abandere la próxima revolución tecnológica.
Diferencias entre Deep Tech y otras startups tecnológicas
Una vez que ya sabes qué es una empresa Deep Tech, toca conocer qué es aquello que las hace realmente diferentes de cualquier otra empresa tecnológica. Aquí, son 4 los factores clave:
- Una sólida base de investigación. El I+D+i es la piedra angular de este tipo de proyectos. Por ello, requieren contar con profesionales con una alta capacidad investigadora, con ideas novedosas, pero sustentadas en principios científicos contrastados. Para lo cual, pueden partir de otros avances tecnológicos anteriores.
- Muchas empresas Deep Tech tienen por delante un importante proceso de industrialización, ya que sus innovaciones requieren materiales y la fabricación de hardware adaptado.
- Necesidad de mayor financiación.
- Es probable que muchas de las aplicaciones finales de esta tecnología no estén del todo concretadas cuando se desarrolla la tecnología, sino que estas vayan surgiendo a posteriori.
Situación actual: principales desafíos y necesidades
Para conocer mejor el entorno en el que se mueven las empresas Deep Tech, vamos a acudir al informe “From Tech to Deep Tech”, de Boston Consulting Group. Éste recoge en sus líneas los principales desafíos y necesidades a los que se enfrentan este tipo de proyectos.
El primero de estos retos es el tiempo de comercialización, que lógicamente es más extenso al tratarse de una nueva tecnología que requiere mayor desarrollo. Esto hace que, por ejemplo, sea más necesario un período de pruebas más prolongado.
Por otra parte tenemos el ya mencionado notable esfuerzo económico que supone. El largo tiempo de desarrollo y la necesidad de una infraestructura más compleja están detrás de esto principalmente. En estos casos, puede que se requiera un costoso material de investigación y para la creación de prototipos.
Otro de los grandes desafíos de las empresas Deep Tech es la alta complejidad y riesgo que supone su trabajo. El camino hasta la comercialización es largo y no siempre se llega hasta esta meta. Además, es posible que finalmente no se cubra una necesidad real.
Además de la financiación, también hay que considerar la experiencia técnica, el conocimiento empresarial, la capacidad para acceder al mercado y encontrar una red de distribución y la captación de talento. Entre los empresarios consultados por Boston Consulting Group, estas se ordenan de la siguiente manera:
- Financiación: 60%.
- Acceso al mercado: 61%.
- Experiencia técnica y conocimiento: 39%.
- Experiencia empresarial: 26%.
- Adquisición de talento: 22%.
El concepto Deep Tech acompaña a Galgus desde sus inicios, ya que desde el primer momento tuvimos en mente perfeccionar la conectividad WiFi en entornos desafiantes y, para ello, necesitábamos ser realmente innovadores.
Fruto de ello, surgió nuestra tecnología CHT (Cognitive Hotspot Technology), que hace los puntos de acceso más inteligentes, trabajando colaborativamente para dar forma a una red rápida, estable y segura. Actualmente, en Galgus contamos ya con 5 patentes propias, que esperamos seguir ampliando. ¿Te interesa saber más de todas sus aplicaciones? Echa un vistazo a nuestra página de casos de éxito en la que encontrarás una muestra de ellas.
