Actualmente, cualquier proyecto debe contar con un enfoque medioambiental para conseguir un mayor valor y mejores resultados. Además, una conectividad a la altura también supone un ítem prioritario en muchos de ellos.
¿A que sería genial poder encontrar soluciones que combinen ambas cualidades? Afortunadamente, esto es posible. Te contamos cómo la tecnología WiFi impulsa el avance hacia un mundo más sostenible.
El impacto de la red en el medio ambiente
El uso de internet y las tecnologías digitales supone una cantidad significativa de las emisiones de CO2, principalmente por el consumo de energía eléctrica asociado al uso de servicios en línea.
Un gasto eléctrico que abarca desde el de los propios dispositivos de los usuarios, hasta el de los servidores, las propias redes y los centros de datos necesarios para que el servicio funcione adecuadamente.
Este estudio del International Journal of Computer Science and Information Technology revela que las tecnologías digitales representan el 4% de los gases de efecto invernadero y su consumo de energía aumenta un 9% al año.
Como parte muy implicada en esta coyuntura, las redes WiFi pueden hacer mucho para cambiar esta tendencia. Veamos los puntos clave que les harán conseguir este objetivo.
Qué puede hacer WiFi para la sostenibilidad medioambiental y qué se consigue con ello
El estudio de la revista IEEE Access «Green Wi-Fi: Improving Wi-Fi Energy Efficiency and Environmental Sustainability» indica que existen oportunidades para mejorar la eficiencia energética de las redes WiFi a través de la adopción de estrategias como:
- La optimización de la gestión de energía.
- La selección de dispositivos y tecnologías de red más eficientes.
- La utilización de fuentes de energía renovable.
De hecho, las empresas son ya conscientes de esa realidad. Atendiendo a un estudio elaborado por AMETIC en colaboración con el Pacto Mundial de la ONU en España, el 70% de las empresas consideran que su actividad puede tener impacto en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Por otra parte, también desvela que emprender acciones a favor de la consecución de los ODS les supone mayores beneficios económicos, una relación con clientes optimizada, se les presentan nuevas oportunidades de negocio, mejoran su reputación y atraen inversores.
De qué formas contribuye la tecnología WiFi a mejorar el medio ambiente
Gestión inteligente de recursos
En primer lugar, podemos hablar de cómo las redes WiFi facilitan una gestión de recursos más eficiente. Aquí podemos destacar el papel de la tecnología IoT o Internet de las Cosas. Gracias a ello, podemos controlar el uso que se está haciendo de ciertos recursos, incluso en tiempo real.
Por ejemplo, en edificios inteligentes se puede ajustar la climatización de salas en función de la presencia o ausencia de personas en ellas; para redes de suministro de aguas, se pueden identificar roturas o fugas, evitando grandes y valiosas pérdidas, sobre todo en lugares castigados por la sequía.
En el caso de servicios como la recogida de residuos, IoT permite conocer los niveles de llenado de los contenedores, lo que abre las puertas a un diseño de rutas de camiones más eficiente que reduzca las emisiones de CO2.
A todo esto hay que incluir el aporte que puede realizar la tecnología WiFi Location Analytics, que permite realizar un conteo y monitorización de los flujos de personas en distintos escenarios.
De esta forma, se puede saber qué áreas – ya sean outdoor o indoor – van a necesitar de recursos como mayor o menor iluminación pública, ciertas condiciones ambientales, más o menos servicios de transporte, etc.
Eficiencia de la propia red WiFi
Por otra parte, tenemos que hacer hincapié en el consumo energético de los dispositivos y las infraestructuras WiFi.
En este sentido, se han realizado grandes avances con el desarrollo de estándares, como WiFi 6. Éste mejora la conservación de las baterías de los dispositivos mediante su tecnología Target Wake Time (TWT).
TWT hace que el dispositivo ponga el WiFi en suspensión mientras éste no sea necesario. Una cualidad muy valorada en entornos IoT, en los que los equipos no tienen necesariamente que estar constantemente enviando y recibiendo datos.
Con el objetivo de desplegar redes WiFi que consuman menos, sin que ello suponga un descenso en la calidad del servicio y la experiencia de usuario, desde Galgus contamos con nuestra tecnología propia patentada CHT (Cognitive Hotspot Technology).
Esta hace posible ofrecer una conectividad de alto nivel, rápida, segura y robusta, instalando para ello un número mucho menor de puntos de acceso WiFi que otras opciones disponibles en el mercado.
Sin duda, no es nada residual el potencial que tienen las redes WiFi para ofrecernos a nosotros y las próximas generaciones un planeta mejor. Sobre todo si optamos por las soluciones más apropiadas para ello.
En este sentido, desde Galgus tenemos mucho que decir, ofreciendo alternativas de valor para distintos sectores, basadas en la conectividad de alto nivel y una analítica de localización única, reconocida por Gartner, que ofrece una precisión muy alta, contando dispositivos no conectados y evitando la desviación propia de la aleatorización de las direcciones MAC.
Te animamos a saber más sobre todas ellas y sobre cómo se adaptan a las necesidades de tu proyecto, que no debe perder de vista la perspectiva medioambiental para crecer. ¿Lo hablamos?